domingo, 17 de mayo de 2015

La Fe de una Reina

En el Capitulo Alma 19 se encuentra la Fe excepcional de una mujer 

 1 Y sucedió que después de dos días y dos noches, estaban ya para llevar su cuerpo y ponerlo en un sepulcro que habían hecho con el fin de sepultar a sus muertos. 2 Y la reina, habiendo oído de la fama de Ammón, le mandó decir que deseaba que él fuera a verla 3 Y ocurrió que Ammón hizo lo que se le mandó, y entró a ver a la reina y le preguntó qué deseaba que él hiciera 4 Y le dijo ella: Los siervos de mi marido me han hecho saber que eres un profeta de un Dios Santo, y que tienes el poder de hacer muchas obras grandes en su nombre. 5 Por tanto, si tal es el caso, quisiera que fueses a ver a mi marido, porque ha estado tendido en su cama por el espacio de dos días y dos noches; y dicen algunos que no está muerto, pero otros afirman que está muerto, y que hiede, y que debería ser sepultado; mas según mi parecer no hiede 6 Y esto era lo que Ammón deseaba, pues sabía que el rey Lamoni se hallaba bajo el poder de Dios; sabía que el obscuro velo de incredulidad se estaba disipando de su mente, y la luz que iluminaba su mente, que era la luz de la gloria de Dios, que era una maravillosa luz de su bondad, sí, esta luz había infundido tal gozo en su alma, que la nube de obscuridad se había desvanecido, y la luz de la vida eterna se había encendido dentro de su alma; sí, sabía que esto había dominado el cuerpo natural del rey, y que había sido transportado en Dios. 7 Por tanto, esto que la reina le solicitó era lo único que él deseaba. Así pues, entró para ver al rey según lo que la reina había deseado de él; y vio al rey, y supo que no estaba muerto 8 Y dijo a la reina: No está muerto, sino que duerme en Dios, y mañana se levantará otra vez; por tanto, no lo enterréis 9 Y le dijo Ammón: ¿Crees tú esto? Y ella le dijo: No tengo más testimonio que tu palabra y la palabra de nuestros siervos; no obstante, creo que se hará según lo que has dicho 10 Y le dijo Ammón: Bendita eres por tu fe excepcional; y te digo, mujer, que nunca ha habido tan grande fe entre todo el pueblo nefita. 11 Y sucedió que ella veló cerca de la cama de su marido, desde ese momento hasta la hora del día siguiente que Ammón había señalado para que él se levantara 12 Y sucedió que se levantó, según las palabras de Ammón; y al levantarse, extendió la mano hacia la mujer, y le dijo: ¡Bendito sea el nombre de Dios, y bendita eres tú 13 Porque ciertamente como tú vives, he aquí, he visto a mi Redentor; y vendrá, y nacerá de una mujer, y redimirá a todo ser humano que crea en su nombre. Y cuando hubo dicho estas palabras, se le hinchió el corazón, y cayó otra vez de gozo; y cayó también la reina, dominada por el Espíritu.


No hay comentarios:

Publicar un comentario