El Espíritu Santo es nuestro consolador , nuestra guía pero sobretodo es parte de la Trinidad , Cuando Jesús estaba en la tierra, dijo lo siguiente a un hombre llamado Nicodemo: “…el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Una vez que “nacemos del agua”, o nos bautizamos, podemos “nacer… del Espíritu” cuando recibimos el don del Espíritu Santo.
Una persona con la autoridad de Dios pone las manos sobre nuestra cabeza y nos confiere el don del Espíritu Santo , Entonces les aimpusieron las manos, y recibieron el bEspíritu Santo. (Hechos 8:17). Esta ceremonia se conoce con el nombre de confirmación.
El Espíritu Santo es un espíritu. Es el tercer miembro de la Trinidad, junto con el Padre Celestial y Jesucristo. Cuando recibimos el don del Espíritu Santo y caminamos con humildad ante Dios, Él siempre estará con nosotros. Lo denominamos don porque Dios nos da el Espíritu Santo para guiarnos cuando enfrentamos decisiones difíciles, para consolarnos cuando nos sentimos tristes, para influir en nuestras mentes y nuestros sentimientos y para ayudarnos a reconocer que algo es verdadero. Este tipo de ayuda divina nos recuerda que Dios nos ama a cada uno de nosotros y desea ayudarnos a superar los momentos difíciles de la vida.
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