"El compromiso hacia nuestros convenios con el Señor es uno de los frutos de nuestra conversión. La dedicación a nuestro Salvador y a Su Iglesia edifica nuestro carácter y fortalece nuestro espíritu a fin de que cuando estemos ante Cristo, Él nos abrace y diga: "Bien, buen siervo y fiel" (Mateo 25:21).
Existe una diferencia entre la intención y la acción; aquellos que únicamente tienen la intención de comprometerse encontrarán excusas para todo. Aquellos que verdaderamente se comprometen, afrontan sus problemas directamente y se dicen a sí mismos: "Sí, ésa sería una razón muy buena para dejarlo para después, pero hice convenios, de modo que haré lo que me he comprometido a hacer". Esas personas escudriñan las Escrituras y procuran la guía de su Padre Celestial con diligencia, aceptan los llamamientos de la Iglesia y los magnifican, asisten a sus reuniones y llevan a cabo sus visitas de orientación familiar y de maestras visitantes. En calidad de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días nos hemos comprometido a andar por el sendero del discipulado; nos hemos comprometido a seguir el ejemplo de nuestro Salvador."
(Pte. Dieter F. Uchtdorf, Liahona julio 2011, págs. 4,5)
(Pte. Dieter F. Uchtdorf, Liahona julio 2011, págs. 4,5)
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