domingo, 28 de junio de 2015

Vicky, ¡olvídalo!

Mi vida a sido maravilosa , Dios me a permitido vivir en una epoca especial , llegue a una familia que me deseaban despues de varios niños llegue !! fue una Victoria !! como mi nombre. Fui consagrada a El y llegue a conocer a mi Padre Celestial y a Jesus desde niña , conversaba con ellos y los sentia cerca.
Profese una religion inculcada por mis padres terrenales pero yo sentia en mi corazon un Amor inmenso. El me llevo a su Iglesia a la edad de 14 años y comence a conocerlo mejor. Lo mejor de mi vida es su amor , la persona que hoy me dio , Un esposo maravilloso.  Paso los dias y sigo manteniendo mi Fe y esperanza y hoy tomo esta experiencia para mi que lei.Yo tambien tengo algo que olvidar y comenzar de nuevo pues cada experiencia que vivo me permite valorar a mi Dios.

El consejo que aquel sabio siervo le dio fue sencillo: "John, ¡olvídalo! No hay nada que puedas hacer para recobrar a tu esposa. Cualquier represalia empeoraría las cosas. Por favor, olvídalo…". Luchó consigo mismo para controlarse y, finalmente, llegó a la conclusión de que, por encima de todos los argumentos, él debía ser obediente. La obediencia es un medicamento espiritual muy poderoso; uno que casi lo cura todo. Resolvió seguir el consejo de su líder espiritual; trataría de olvidarlo.
Muchas veces le había dado gracias al Señor de rodillas por aquel sabio líder espiritual que sencillamente le había aconsejado: "John, ¡olvídalo!".
Por el presidente Boyd K. Packer
Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles
http://lds.org/liahona/2015/06/leave-it-alone.p20,p21,p22,p23?lang=spa

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