La paciencia es una manifestación de nuestra fe en el Señor, de gratitud por la confianza que Él deposita en nosotros y de que confiamos en Sus promesas.
Aquí Dios no propone cambiar la debilidad de Moroni, sino cambiarlo a él. Al hacer frente al desafío de la debilidad humana, Moroni, y nosotros, podemos aprender caridad, compasión, mansedumbre, paciencia, valor, longanimidad, sabiduría, resistencia, perdón, resiliencia, gratitud, creatividad, y un sinfín de virtudes que nos hacen ser más como nuestro Padre Celestial.
Ésas son las cualidades mismas que vinimos a perfeccionar en la Tierra, los atributos semejantes a los de Cristo que nos preparan para las mansiones de los cielos.
En ninguna otra parte se manifiestan más el amor, la sabiduría y el poder redentor de Dios que en Su habilidad para convertir nuestra lucha con la debilidad humana en valiosas virtudes divinas que nos hacen más como El
En ninguna otra parte se manifiestan más el amor, la sabiduría y el poder redentor de Dios que en Su habilidad para convertir nuestra lucha con la debilidad humana en valiosas virtudes divinas que nos hacen más como El
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