Jesús y Sus discípulos estaban en un barco en el mar de Galilea, y Jesús se quedó dormido. El viento empezó a soplar muy fuerte, y las olas llenaban el barco de agua. Los discípulos tenían miedo de que el barco se hundiera. Despertaron a Jesús y le pidieron que les ayudara.
El Salvador mandó al viento que dejara de soplar y a las olas que se calmaran.
Jesús les preguntó a Sus discípulos,
Marcos 4:40; Lucas 8:25
40 Y a ellos les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
Ellos se preguntaron qué clase de hombre podía mandar al viento y al mar.
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