Son las siguientes:
1. Comemos en memoria del cuerpo de Jesucristo, prometiendo que siempre recordaremos Su cuerpo herido que fue inmolado sobre la cruz.
2. Bebemos en memoria de la sangre que fue derramada por los pecados del mundo, la cual expió la transgresión de Adán y nos libera de nuestros propios pecados con la condición de que nos arrepintamos verdaderamente.
3. Hacemos convenio de que estaremos dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre del Hijo y de que lo recordaremos siempre. Al guardar ese convenio prometemos que se nos llamará por Su nombre y que nunca haremos algo que avergüence ni deshonre dicho nombre.
4. Hacemos convenio de que guardaremos Sus mandamientos, que Él nos ha dado; no sólo un mandamiento, sino que estaremos dispuestos a "vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios"
1. Comemos en memoria del cuerpo de Jesucristo, prometiendo que siempre recordaremos Su cuerpo herido que fue inmolado sobre la cruz.
2. Bebemos en memoria de la sangre que fue derramada por los pecados del mundo, la cual expió la transgresión de Adán y nos libera de nuestros propios pecados con la condición de que nos arrepintamos verdaderamente.
3. Hacemos convenio de que estaremos dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre del Hijo y de que lo recordaremos siempre. Al guardar ese convenio prometemos que se nos llamará por Su nombre y que nunca haremos algo que avergüence ni deshonre dicho nombre.
4. Hacemos convenio de que guardaremos Sus mandamientos, que Él nos ha dado; no sólo un mandamiento, sino que estaremos dispuestos a "vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios"
[D. y C. 84:44].
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