sábado, 8 de diciembre de 2012

Cuidaos los pensamientos

Debemos tener constante cuidado con nuestros pensamientos. Los pecados graves casi siempre empiezan con pensamientos indignos. Hace algunos años, bajo la dirección de la Primera Presidencia, entrevisté a un hombre con miras a que se le restauraran la autoridad del sacerdocio y las bendiciones del templo. Se le había excomulgado mientras servía en un importante llamamiento en su barrio. En el curso de nuestra conversación, le pregunté: "¿Cómo fue que sucedió todo esto?".
En un tono de voz serio me contestó: "Todo empezó cuando decidí hojear una revista pornográfica.


Ese insignificante incidente me llevó a cosas cada vez más inmorales incluyendo películas y videos eróticos hasta que cometí adulterio con una prostituta".

El hombre continuó diciendo: "Al pensar en todo eso, me cuesta creer que fui capaz de hacer cosas tan horribles. Pero las hice y todo empezó con una revista pornográfica. Hermano , hágale saber a los santos que deben tener cuidado con lo que miran y lo que ven en la televisión, en películas y en videos".


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