sábado, 8 de diciembre de 2012

Sabías que?

 A veces, un hermano en posición de autoridad ha ofendido de alguna manera a uno de los miembros de la Iglesia, probablemente sin saberlo; y ese hijo de nuestro Padre sigue sintiéndose herido en silencio, en vez de hacer lo que el 
Señor ha mandado e ir al hombre que lo ofendió y expresar, con amabilidad, los sentimientos de su corazón, y darle al hermano la oportunidad de decirle: “Siento mucho haberlo ofendido, y quisiera pedirle que me perdone”. Como resultado, en muchos casos, encontramos un resentimiento que Satanás ha instigado. 
George Albert Smith

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