lunes, 24 de diciembre de 2012

El Himno 196 " Soy un hijo de Dios"

Hace unos años, murió la autora del hermoso himno "Soy un Hijo de Dios" En la Liahona de enero de 1997, a raíz de que en abril se cumplirían 50 años de que el himno se cantó en una Conferencia General, se publicó un artículo. A los miembros de la Iglesia por todo el mundo les encanta la canción de la Primaria "Soy un hijo de Dios", con el mensaje sencillo pero profundo de quiénes somos, por qué estamos en la tierra y qué nos promete el Señor si somos fieles. La hermana Naomi W. Randall escribió la letra de la canción en 1957, cuando el élder Spencer W. Kimball era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles. En ese entonces, el estribillo de la canción terminaba con las palabras: "Enséñenme lo que debo saber para que algún día yo con Él pueda vivir". (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, Capítulo 1: "Para que algún día yo con Él pueda vivir")

"La letra del himno 196 dice así:
Soy un hijo de Dios;
Él me envió aquí.

Me ha dado un hogar

Y padres buenos para mí.

Guíenme; enséñenme
La senda a seguir

Para que algún día

Yo con Él pueda vivir.


Soy un hijo de Dios;
Me deben ayudar

A entender Su voluntad;

No puedo demorar.

Soy un hijo de Dios;
Él me bendecirá.

Yo obedeceré su ley;

Haré Su voluntad.


Soy un hijo de Dios;
Con Él feliz seré.

Aprenderé Su voluntad,

Y seguiré con fe.


La hermana Randall describió el proceso que siguió al escribir la letra de la canción:  Esa noche, me arrodillé y oré en voz alta, suplicando a nuestro Padre Celestial que me diera a conocer las palabras correctas. Alrededor de las 2 de la mañana, desperté y comencé a pensar de nuevo en la canción. Palabras acudieron a mi mente... e inmediatamente me levanté y comencé a escribirlas conforme las iba recibiendo. Pronto escribí tres estrofas y un estribillo. Con agradecimiento revisé la obra, absorbí el mensaje de las palabras y regresé a mi recámara, en donde me arrodillé ante mi Padre Celestial para decirle: "Gracias"...

En el texto original, en inglés, la letra de una línea del estribillo decía: "Enséñenme todo lo que debo saber". Tiempo después el presidente Spencer W.

Kimball asistió a una conferencia en la que los niños de la Primaria cantaron la

canción. Posteriormente le preguntó a la hermana Randall si estaría dispuesta a

cambiar esa frase a "Enséñenme todo lo que debo hacer", y esa es la letra de la

canción actualmente. No basta con saber, dijo el presidente Kimball. " Tenemos que hacer algo"...

En 1978, el élder Robert D. Hales, del Quórum de los Doce Apóstoles, en ese

entonces miembro de los Setenta, explicó con más detalle el tema de la canción:

"Nuestro Padre Celestial nos ama con más profundidad de lo que podemos

comprender. Él ha dicho que 'tiene contado a Su pueblo' (Alma 26:37) y que cada

uno de nosotros es importante para Él. Desea que regresemos a vivir con Él y con

Jesús. Quiere que nos comuniquemos con Él a través de la oración, que le
hablemos de nuestro amor y le demostremos ese amor al obedecer Sus mandamientos.
Mediante la obediencia, podemos llegar a ser más semejantes a Él y cultivar las
cualidades que Él desea que tengan Sus hijos".
(Abbey Olsen, Liahona, enero de 2007, pág. N6)

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