"Hay tres grandes etapas en la vida terrenal de un hombre, de las cuales puede depender su felicidad aquí y en la eternidad: su nacimiento, su casamiento y la elección de su trabajo". Después de haber sido bendecido con el nacimiento y la crianza en el seno de una familia de rectitud, continuó recibiendo el beneficio de las decisiones prudentes que tomó con respecto a su educación, su profesión y su matrimonio.
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