Por el inefable don del Espíritu Santo, sé que José Smith es el profeta de la Restauración y que el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión. Sé que el Padre y el Hijo viven y que son reales. El Espíritu Santo testifica de toda la verdad; Él santifica y enseña. Nos guían en la actualidad profetas vivientes, videntes y reveladores, verdaderos Apóstoles del Señor Jesucristo. A estos 15 hombres los guía el inefable don del Espíritu Santo. En el nombre de Jesucristo. Amén.
El inefable don del Espíritu Santo
ÉLDER JAY E. JENSEN
De la Presidencia de los Setenta
Devocional del SEI para jóvenes adultos • 8 de enero de 2012 •Universidad Brigham Young
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