domingo, 11 de noviembre de 2012

Testimonio Elder Jay Jensen


Ruego humildemente que deseen más intensamente ser dignos del inefable don del Espíritu Santo; que puedan aumentar su capacidad de reconocer Sus susurros; que puedan “que[darse] tranquilos y sabe[r]” (D. y C. 101:16) del Padre y del Hijo mediante el Espíritu Santo; y que expresen gratitud por Él y por Su guía, puesto que el expresar gratitud invita una mayor porción del Espíritu.
Por el inefable don del Espíritu Santo, sé que José Smith es el profeta de la Restauración y que el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión. Sé que el Padre y el Hijo viven y que son reales. El Espíritu Santo testifica de toda la verdad; Él santifica y enseña. Nos guían en la actualidad profetas vivientes, videntes y reveladores, verdaderos Apóstoles del Señor Jesucristo. A estos 15 hombres los guía el inefable don del Espíritu Santo. En el nombre de Jesucristo. Amén.

El inefable don del Espíritu Santo

ÉLDER JAY E. JENSEN

De la Presidencia de los Setenta

Devocional del SEI para jóvenes adultos • 8 de enero de 2012 •Universidad Brigham Young

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