Cuando era Director Ejecutivo del Departamento Misional, repentinamente notamos que se produjeron varios bautismos en Francia. Estábamos encantados. Nos preguntábamos cuáles habrían sido las razones de ello, y había varias; pero una de las principales era una hermana que al ir a trabajar los lunes por la mañana, hablaba de los Rayitos de Sol. Después del día de reposo, con gran alegría y deleite, les comentaba a sus compañeros de trabajo acerca de su experiencia al enseñar a los niños el día anterior. Al poco tiempo, sus compañeros esperaban con entusiasmo que ella les contara acerca de los Rayitos de Sol. ¿Y qué fue lo que eso ocasionó? Se trataba de un grupo de personas que vivían con las mismas preocupaciones que todos tenemos acerca de nuestro mundo y del futuro; de repente, había una persona que no sólo era alegre, sino que sentía gozo por los niños, quienes representan el futuro. Esta hermana claramente amaba al Salvador, y ese amor se irradiaba. Sus compañeros de trabajo querían saber más.
Los Rayitos de Sol, Asuntos Públicos y el gozo en el Evangelio
Diciembre 2012
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