"En estos tiempos de tensión e incertidumbre, es una bendición maravillosa el sentir la seguridad de la guía divina y el tener fe absoluta en un Dios personal que se interesa en nosotros y que escucha y contesta nuestras oraciones. Vivamos de tal manera que todas las noches y todas las mañanas, al inclinarnos a orar ante el Señor en agradecimiento, tengamos en nuestro interior el poder para abrir los cielos para que Dios escuche y conteste nuestras oraciones y sepamos que Él aprueba nuestros hechos.
Debemos hacer nuestras oraciones secretas. Debemos vivir tan cerca de nuestro Padre Celestial que, cuando nos inclinemos ante Él, sepamos que lo que pedimos es aceptable para Él, y si no se otorga tal como lo hemos pedido, sepamos que recibiremos la bendición a la que tenemos derecho, y eso realmente será una bendición." (Pte. George A. Smith, Presidentes de la Iglesia, pág. 99,100,103)
Debemos hacer nuestras oraciones secretas. Debemos vivir tan cerca de nuestro Padre Celestial que, cuando nos inclinemos ante Él, sepamos que lo que pedimos es aceptable para Él, y si no se otorga tal como lo hemos pedido, sepamos que recibiremos la bendición a la que tenemos derecho, y eso realmente será una bendición." (Pte. George A. Smith, Presidentes de la Iglesia, pág. 99,100,103)
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