Que aprendemos de Moises?
Cuando se llamó a Moisés para ser un profeta de Dios, fue trasladado a la cima de una montaña desde donde contempló la vista panorámica de todas las maravillosas creaciones de Dios. Jehová le dio una visión de su meta inmediata, que era la de librar "de la servidumbre a mi pueblo" (Moisés 1:26).
Moisés aprendemos que un líder debe estar dispuesto y tener la visión del trabajo que tiene por delante.
Que aprendemos de Saul?
Saúl, que fue ungido por el profeta Samuel (véase 1 Samuel 8-10). Durante décadas Saúl contó con el respeto y apoyo del pueblo, pero mas tarde, llevado por el orgullo de su corazón, desatendió el consejo del profeta del Señor. En esas circunstancias Samuel le hizo recordar la época en que era pequeño en sus propios ojos (véase 1 Samuel 15:17) y le esnifen esta lección inmortal: "el obedecer es mejor que los sacrificios" (vers. 22).
De la vida de Saúl aprendemos que un líder debe ser humilde y obediente.
Que aprendemos de Nefi ?
En el Libro de Mormón leemos del joven profeta Nefi, que también tuvo una visión en una montaña (véase 1 Nefi 11:1). Una vez que vio la tierra prometida, nadie lo pudo disuadir de construir un barco que lo llevara allá (véase 1 Nefi 17, 18).
De Nefi aprendemos que un líder debe ser Obediente y tener la visión del trabajo que tiene por delante.
Que aprendemos de David ?
A Saúl lo sucedió el rey David, cuyo reino de cuarenta años es considerado por muchos como la Edad de Oro de la historia de Israel. Pero a pesar de su gran habilidad de liderazgo, fue tentado a cometer un gran pecado, el que luego agravó con uno aun mayor.
De la vida de David aprendemos que aun los reyes deben ser cuidadosos. Los cargos de liderazgo no nos protegen de la tentación.
Pero David tambien nos enseño a Confiar en Dios aun cuando las circustancias parecen grandes .
Que aprendemos de Salomon ?
Salomón hijo de David , Al principio de su reinado, Salomón oró con profunda humildad: "Jehová Dios mío … yo soy joven … da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo" y Dios le dio un "corazón sabio y entendido" (1 Reyes 3:7, 9, 12).
Investido con el Espíritu del Señor, Salomón se convirtió en el instrumento de Dios para edificar el santo templo que Israel había esperado y por el que había rogado por muchas generaciones. Pero con el pasar del tiempo Salomón tomó esposas fuera de Israel "y sus mujeres desviaron su corazón" e "hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová" (1 Reyes 11:3, 6).
De Salomón podemos aprender que el conocimiento y la sabiduría por si solos no califican a una persona para guiar a los demás.
Quizás Jacob lo dijo mejor: "pero bueno es ser sabio, si hacen caso de los consejos de Dios" (2 Nefi 9:29).
Que aprendemos de Roboam ?
Después de los cuarenta años del reinado de Salomón, su hijo Roboam fue a Siquem para que le coronaran rey. Buscó el consejo de los élderes con respecto a cómo debería gobernar. "Y ellos le hablaron diciendo: Si tu fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirviereis, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre" (1 Reyes 12:7).
De Roboam aprendemos que rechazó el consejo de ser humilde y servir a los demás y causando una gran división entre el reino del norte de Israel y el reino del sur de Judá (véase 1 Reyes 12:20).
Que aprendemos de Ezequias y Benjamin ?
Luego, un joven de nombre Ezequías empezó a reinar en Judá e "hizo lo recto ante los ojos de Jehová" y "en Jehová Dios de Israel puso su esperanza" (2 Reyes 18:3, 5). Ezequías reunió a los poseedores del sacerdocio de la época y les dijo: "No seáis como vuestros padres y como vuestros hermanos, que se rebelaron contra Jehová… y servid a Jehová vuestro Dios." (2 Crónicas 30:7-8.)
En respuesta a este decidido líder, a quien apoyaba el profeta Isaías, "oyó Jehová a Ezequías, y sanó al pueblo" (2 Crónicas 30:20) y "… con fidelidad se consagraban a las cosas santas" (2 Crónicas 31:18).
Del rey Ezequías, así como del rey Benjamin (véase Mosíah 2-5), aprendemos una lección muy positiva de liderazgo: las circunstancias no siempre tienen que ser las mismas. ¡Los lideres pueden lograr un cambio!
La fe en el Señor y las grandes esperanzas pueden causar un gran cambio en el corazón de todo un pueblo.
Que aprendemos de Esdras?
Uno de los grandes maestros y profetas lideres de Israel fue Esdras, "porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos" (Esdras 7:10).
De Esdras del Antiguo Testamento, se preparó para recibir la palabra del Señor y esta preparado para hacer la voluntad del Señor.
Que aprendemos de Jose Smith?
el profeta José Smith. Su vida ejemplificó lo que Pablo dijo de vivir el evangelio que predicamos (véase 1 Corintios 9:14). Una de las cualidades sobresalientes del Profeta fue su habilidad de delegar y de lograr que aquellos que lo rodeaban aprendieran técnicas de liderazgo. La expedición del Campo de Sión es tan sólo un ejemplo del liderazgo de José, basado en el principio: "Ven, sígueme" (Lucas 18:22). Al desorganizarse el Campo de Sión, el Profeta le dio al recién organizado sumo consejo instrucciones detalladas con respecto a sus llamamientos y luego les dijo: "Si muriese hoy mismo, habré cumplido la gran obra que el Señor puso ante mi" (History of the Church, 2:124). Mucho antes de su muerte, José Smith había capacitado diligentemente a aquellos que continuarían guiando el reino cuando el ya no estuviera con ellos.
He aquí otra lección importante del liderazgo:
Los lideres están moralmente obligados a preparar a otros para que tomen su lugar en el futuro. Que aprendemos de Enoc?
Entre los lideres mas justos y eficaces que pisaron la tierra esta Enoc, quien trató en forma persistente de salvar a cada alma.
"Y el Señor llamó SION a su pueblo, porque eran uno en corazón y voluntad, y vivían en justicia …
"Y con el transcurso del tiempo, Sión fue llevada al cielo." (Moisés 7:18, 21.)
Un buen líder debe tener una buena
perspectiva y además paciencia. Enoc "tenia cuatrocientos treinta años cuando fue trasladado" ( D C 107 vers. 49).
Que aprendemos de Jesucristo?
De nuestro Salvador Jesucristo, aprendemos la que quizás sea la lección mas importante. Cuando se encontró ante el mas profundo de los sufrimientos en el Jardín de Getsemaní, oró para que pasara de El la amarga copa, agregando con un corazón manso y humilde: "pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42; cursiva agregada).
Un líder en el reino de Dios debe ser manso y humilde de corazón (véase Alma 37:34).
Inspirado en el mensaje de :
Lecciones de las Escrituras sobre el liderazgo por el élder Spencer J. Condie
de los Setenta
Liahona Mayo 1990