El profeta José Smith organizó la Sociedad de Socorro el 17 de marzo de 1842. Él enseñó que la Sociedad de Socorro se organizó para "socorrer al pobre, al indigente, a la viuda y al huérfano, y ejercer todo propósito benevolente" Además, enseñó que la Sociedad de Socorro "no existe sólo para socorrer al pobre sino también para salvar almas" . La parte principal de la obra de la Sociedad de Socorro en la actualidad consiste en "velar por el bienestar espiritual y la salvación… de todas las mujeres miembros de la Iglesia" (Joseph F. Smith, en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia, pág.199, 481,483).
La Sociedad de Socorro fue "divinamente hecha, divinamente autorizada, divinamente instituida, divinamente ordenada por Dios"
Funciona bajo la dirección de los líderes del sacerdocio.
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