Capítulo 7 del Libro de Lucas

Es el Capítulo 7 de Lucas que existe una de las historias más maravillosas una Mujer que le mostró al Salvador su amor. 

Cuando medito sobre eso me hace pensar en cuán emoción y agradecimiento sentío con el Maestro pues. ..37 Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando supo que Jesús estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume,38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con los cabellos de su cabeza, y besaba sus pies y los ungía con el perfume.

En mi vida y la de muchos hemos experimentado esa paz de sentir ser perdonado por el Señor esa paz que se convierte en lágrimas de agradecimiento por tanta bondad y comprensión. 

Aunque Jesús pasaba un momento especial por la solicitud de misericordia  , los fariseos criticaban a la mujer y actitud de Jesús ..39 Y cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Si éste fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca, porque es pecadora.

44 Entonces, mirando a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? 

Una expresión de reflexión que Jesús desea plasmar en la mente de sus discípulos y las personas que estaban allí ...44 Entré en tu casa y no me diste agua para mis pies; pero ella ha regado mis pies con lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ha ungido mis pies con perfume.

El Maestro muestra misericordia a esa Mujer que se acercó a pedir perdón a rogar por sus pecados no sólo mostrarse a Jesús sino dejo de importarle lo que pensaban lo demás .Jesús le expresó 

47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; pero al que se le perdona poco, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.

49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?

La incredulidad permite que estos hombres 

Una mujer que mostró su amor y pidió misericordia escucho las palabras más sublimes para sus oídos .
50 Y Jesús dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.