1. En los capítulos del 1 al 3, se habla de una visión que tuvo de Dios y del llamamiento de Ezequiel a servir;
2. Capítulos del 4 al 24, se relatan los juicios sobre Jerusalén y el motivo por el que se dieron;
3. Capítulos del 25 al 32, se proclaman juicios sobre las naciones;
4. Capítulos del 33 al 48, se encuentra el relato de las visiones que él tuvo del Israel de los postreros días.
Los profetas hablaron de el D. y C. 29: 21 Y la grande y abominable iglesia, que es la ramera de toda la tierra, será derribada por fuego devorador, de acuerdo con lo declarado por boca de Ezequiel el profeta, quien habló de estas cosas, las cuales no han acontecido, pero vivo yo, que ciertamente acontecerán, porque no han de reinar las abominaciones.
Las palabras que se encuentran en Ezequiel pueden muy bien aplicarse a todos nosotros, los que seguimos al Salvador en esta obra sagrada:
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros…
"Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
"Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios". Ezequiel 36:26-28
Pero Isaías no fue el único profeta del Antiguo Testamento que predijo el Libro de Mormón. Ezequiel escribió:
"…toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel… Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel…"Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano". Ezequiel 37:16-17
El Señor mismo le dijo al profeta Ezequiel: "¡Ay de los pastores de Israel, que… no [apacientan] a las ovejas". Ezequiel 32:2-3
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